Nuestros Fundadores
Madre Antonia Mª
(Trujillo – Cáceres, 1875-1955) Desde la fidelidad a su vida matrimonial, con el corazón abierto a las necesidades más urgentes de su tiempo, más allá de su propio hogar, inicia su acción evangelizadora en una “ESCUELA” donde promociona, educa y orienta a los más desfavorecidos. Especialmente dedica su atención a preparar jóvenes que con inquietud vocacional buscan cómo realizar en su vida el Proyecto de Dios.
«…sentía grandes deseos de ayudar a jóvenes que tuviesen vocación religiosa, para que nadie les quitase tan grande bien”.
Padre Juan Tena
(Trujillo – Cáceres, 1888-1967) Hombre de Dios para los hombres, dedica enteramente su tiempo y su vida a hacer el bien a todos, haciendo presente el Reino de Dios. Ya en el seminario, resuena en su corazón el “rogad al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. Hombre de talante profético y con carisma vocacional, especialmente abierto a quienes sienten la llamada de Dios a la Vida Consagrada; identificado con la Obra iniciada por Antonia Mª, dedica su vida a este proyecto. Es, ante todo, Sacerdote de Cristo: apóstol de vocaciones.
“…no olvidéis que fomentar las vocaciones es vuestro singular objetivo… a él enderezad vuestros trabajos”.
“En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto” Juan 12, 24